La guerra de drones en México, una nueva fase en la narcoviolencia, se ha intensificado significativamente. Estos drones, utilizados principalmente por grupos criminales, han demostrado ser herramientas versátiles para la vigilancia y transporte de drogas, armas y minerales ilegalmente extraídos, así como para fines táctico-ofensivos. Equipados con explosivos plásticos, estos drones representan una amenaza tanto para redes criminales rivales como para autoridades estatales. La accesibilidad y la capacidad de convertirlos en armas de combate han aumentado su popularidad entre los carteles. Además, se han detectado drones más sofisticados, lo que plantea preguntas sobre su origen y la creciente capacidad ofensiva de estos grupos.
El uso de drones en conflictos entre carteles no solo ha aumentado la violencia, sino que también genera una ventaja psicológica, especialmente cuando grupos como el Cartel Jalisco Nueva Generación los utilizan en videos. A pesar de que las fuerzas armadas mexicanas cuentan con tecnología para contrarrestar estos drones, la percepción pública es que los grupos criminales tienen mejores armas. Esta situación ha llevado al Ejecutivo nacional a enviar una iniciativa al Congreso para prevenir y castigar el uso de drones en actos criminales, con propuestas de penas de hasta 53 años de cárcel.
El aumento en el uso de drones por parte de los carteles se ha traducido en un significativo número de ataques, con 605 registrados desde 2020 y un aumento notable en 2023. Las zonas más afectadas incluyen Michoacán, Guerrero y Tamaulipas. Además, se han decomisado numerosos drones por parte de las autoridades.
Un incidente particularmente violento ocurrió en Guerrero, donde un enfrentamiento entre La Familia Michoacana y Los Taclos dejó un saldo de al menos 30 muertos, incluyendo posiblemente a civiles. Este ataque empleó un amplio arsenal, incluyendo drones explosivos. La situación en las comunidades afectadas es tensa, con muchos habitantes reacios a denunciar o identificar a las víctimas por temor a represalias.
En medio de esta violencia, los residentes de algunas zonas afectadas por el narcotráfico expresan su desesperación y en algunos casos, su preferencia por que un cartel fuerte imponga cierto orden. Esta complicada dinámica entre los residentes, los carteles y las autoridades refleja la complejidad y gravedad del problema del narcotráfico y la violencia asociada en México.
Con información de:
- “Drones: ¿una nueva dimensión de la violencia en México?” – DW.
- “Una guerra con drones – Cárteles recrudecen su lucha territorial con aeronaves no tripuladas con explosivos” – SinEmbargo MX.
- “Un combate con drones entre dos grupos de narcos en México deja al menos 30 muertos” – El Mundo.
- “Drones y escudos humanos en guerra de México contra el narco” – El Informador.
Artículo redactado con asistencia de diversas inteligencias artificiales generativas con supervisión humana (redacción AD).